No basta con tener la mejor tecnología de seguridad -firewall, antivirus, antiespias, etc- instalado en nuestro ordenador para estar completamente seguros en Internet. Muchas veces son nuestras propias conductas las que nos ponen en peligro
El fraude en Internet se basa en una técnica denominada Ingeniería social. Mediante esta técnica, basada en el engaño, el internauta es inducido a actuar de una determinada forma (pulsar en enlaces, introducir contraseñas, visitar páginas, etc.) convencido de que está haciendo lo correcto cuando realmente está siendo engañado.
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